El Biomagnetismo como disciplina terapéutica recupera el equilibrio biofísico y bioenergético, cuya alteración tiene repercusiones funcionales producidas por elementos patógenos, bien sean bacterias, parásitos, hongos, o virus, por alteraciones metabólicas o bioquímicas, exceso de hidrogeniones o de grupos hidroxilos, los cuales conferirían un aumento de cargas positivas o negativas respectivamente, alterando el pH, o por una desmagnetización celular.
Mediante técnicas de Kinesiología, se testea el cuerpo y se detectan los puntos que originan las disfunciones.
La aplicación de imanes neutraliza y elimina los patógenos, substancias químicas perturbadoras, y magnetiza las células, devolviendo al organismo su estado de equilibrio.
Es un método totalmente inocuo y puede tratar todo tipo de enfermedades y disfunciones, incluso a nivel emocional.